martes, agosto 09, 2005

De vuelta...

Así es, estoy de vuelta en mi trabajo.
Es fuerte esto de pasar de la tranquilidad de las vacaciones en Antofagasta a un callcenter.
Pero bueno tengo dos comentarios que hacer.
El primero, respecto al retorno del Discovery.
Unos años atrás, la NASA vivía su época de gloria, exitosos viajes al espacio a bordo de una nave única en su tipo. Hasta que, como muchas veces ocurre, decidieron cambiar las cosas cuando estas funcionaban perfectamente bien.
Reestructuración en la NASA. Salen los científicos e ingenieros y entran administrativos. Resultado, comienzan a reducir presupuesto en áreas que consideran poco necesarias. Finalmente ocurre el accidente más importante en la historia de los transbordadores espaciales. El efecto a nivel popular es tan grande, que el Congreso de EEUU designa una comisión inverstigadora. Buscan personajes de prestigio a nivel mundial. Encabeza el grupo, Richard Feynmann, premio Novel de física.
Luego de un tiempo, demuestra que la falla se produjo por una pieza que debía ser elástica, y producto de las bajas temperaturas registradas esa mañana, no sólo perdió esa capacidad sino que además se contrajo. Una miserable pieza de goma fué la responsable de la perdida de toda la tripulación, una nave que cuesta más millones de lo que podemos contar y la confianza de un país.
¿Qué viene a continuación? Buscar convencer a un país que eso no va a volver a ocurrir y bla bla bla.

Unos años después, por razones que se investigarán un buen tiempo, una capa de espuma que se soltó durante el despegue puso en riesgo el retorno de la tripulación a la tierra, además de la continuidad de la famosa "Carrera del espacio".

Creo que hay pocas cosas más grandes que la humildad, algo de lo que seguramente conocen muy poco en la NASA. Y espero honestamente que no haya ocurrido lo mismo que la vez anterior, cuando uno de los técnios advirtió días antes de la posible falla y cláramente, no fué tomado en cuenta.
Creo bastante probable que el problema, las noches sin dormir de las familias de los astronautas, los dolores de cabeza de los encargados de prensa, los cientos de llamados inter agencias espaciales, los llamados del gobierno por cierto y otros problemas que no logro imaginar podrían haberse solucionado con canales de comunicación adecuados. Porque personalmente, me cuesta creer que nadie, NADIE, en esa tremenda organización haya advertido algún posible daño a la capa de aislante considerando la cantidad de material que se desprende en cada lanzamiento.

El segundo es respecto a un programa que escuché en una radio que no conocía, se llama Sintonía, y fué tan patético lo que escuché que busqué en internet un e-mail de esa radio y no existe. Lo vergonzoso era el nivel básico de comentarios del locutor. Era una vulgar salamería radial a J.Lavín que iba acompañada de ataques a Bachelet.
Que ataquen a Bachelet, no tiene nada de nuevo, pero hacer comentarios con segunda intención relacionados a su apariencia me parece digno de un tarado. Ahora, esto no es tan simple, porque un tarado en su casa no me molesta, lo que si es increible y vergonzoso, es que alguien más tarado aún le entregue un micrófono. No se me courriría reclamar o molestarme porque alguien no está de acuerdo con Bachelet, tampoco me molesta que haya lavinistas. Pero un locutor de radio pegado en quinto básico riendose del que tiene las orejas más grandes, el que tiene el pelo tieso o el que es tartamudo me parece demasiado, aunque pensandolo bien... ahora me queda más claro por qué la derecha está donde está.

1 comentario:

Rodrigo dijo...

Para confirmar lo que decía con respecto a la NASA les dejo un par de links, uno en castellano y otro orginal en ingles:

http://www.latercera.cl/medio/articulo/0,0,3255_5726_154849171,00.html

http://www.nytimes.com/2005/08/18/science/18shuttle.html

Saludos