lunes, septiembre 28, 2009

Chao Urón!

Mi Amigo Urón,

Hace poco más de 12 años empezó una parte de mi historia que terminó hoy.
Estaba en la Juventud Masculina del Movimiento de Schoenstatt, y alguien llevó una noche, una tremenda Doberman, era café y daba miedo de sólo mirarla.
La bautizaron Pepa, y en pocos días nos dimos cuenta que seguramente la hecharon de su casa porque estaba preñada.
Como yo era el que vivía más cerca de la
Casa de la Juventud, me encargué de darle comida todos los días, todos nos encariñamos de ella y como habían entrado a robar un par de veces, era la compañía precisa y por lo tanto se quedó allá.
Diariamente, preparaba una olla de fideos y con un miedo que se los encargo, me acercaba a ella, que estaba amarrada, para darle su comida. Se la devoraba.

Con los días, la Pepa se me hizo más cercana, y decidí soltarla, de ahí en adelante, la dejaba sola para que comiera y luego me qudaba jugando con ella, haciendole cariño, pero bastaba con un sólo ruido extraño para que se pusiera de pie y parara sus orejas, lista para atacar.

La Pepa tuvo a sus cachorros. Uno de ellos murió, ella lo tomó y con cuidado de mamá, lo enterró.
De los cuatro cachorros, ninguno se parecía a ella, todos eran negros y sin cara de doberman... la Pepa había tenido un affaire ;-)
De sus cuatro retoños, había uno, que hacía lo que los demás no hacían. Se arrancaba de su casa.. y después lloraba cuando no podría volver... ahí iba yo a tomarlo y dejarlo con sus otros hermanos. Mientras los otros descansaban, él se les tiraba encima y les mordía las orejas.... cuando la Pepa tomaba leche, ella les gruñia y todos se alejaban... todos menos uno.... Hasta que un día la Pepa se cansó de los retos y le dió un apretón....JAjajajj!!!! Nuestro futuro Uron, daba esos chillidos de cachorro como acusandola...y no paraba. Estuvo así un rato, hasta que encontró otra coas que hacer.

Un día nos dijeron que se llevaban los perros, que los iban a tirar al Cajón del Maipo, por en las condiciones que estaban, habían contraido tiña y sarna sarcóptica... había que hacer algo. Conseguimos un veterinario que nos dió el tratamiento para los cachorros casi gratis, y decidimos que cada uno de nosotros se llevaría uno de esos cachorros a su casa, para cuidarlo hasta que sanaran, y ahí regalarlos a quien quisiera cuidarlos.

Dicho y hecho. El más inquieto, el que no para en todo el día, decido llevarmelo a mi casa... Así es como llegó el Urón a la casa, aunque claro está, aun no tenía nombre. Era un perrito huesudo, casi puro hueso, con pelos en algunas partes y en otras no... lo puse en una caja directamente fuera de la ventana de la que aahora es la pieza del computador y que entonces era mi pieza... lloraba toda la noche, hasta que me asomaba por la ventana y le hacía cariño.... me pasaba toda la noche en eso, además de disfrutar el aroma que tenía porque como recordarán, nunca se había bañado.

Pasó el tiempo, y comprobé que el único que se llevó a uno de los cachorros fui yo. Para ese momento, el Urón se llamaba Gangrena, así el puso el Pelado por su enfermedad, que no era tal, pero así se veía ;-)

El Urón creció, y se llenó de pelos, y de a poco se notó que iba a ser un perro grande e inquieto.
Hasta ese momento, había sido fiel a mi palabra, salvar a uno de esos perros enfermos que nadie quería, pero venía la otra parte, ahora que estaba sano, había que regalarselo a alguien.
Todos sabemos que esa parte no se cumplió. El Urón había empezado a ganarse nuestro cariño y ya era parte de la familia.

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Un tiempo después, cuando aun no tenía nombre oficial, y ya lo sacabamos a la plaza, lo llevaba con una de las tantas cadenas que rompió de tanto tironear, y todo bien hasta que se le acercó otro perro, más grande que él y con intenciones de pelear. Me puse nervioso y pensé en llevarmelo a la casa pero era demasiado grande como para cargarlo y el otro perro ya estaba acá, emepzó a olfatearlo en un momento ya estaban peleando... No sabía como parar la pelea porque le iban a pegar, el Urón nunca había peleado... Bueno, eso estaba pensando hasta que veo que la cosa cambia en unos segundos, y el Urón tiene todos los pelos del lomo erizados y tiene al otro perro agarrado por el cuello... El Urón es un Sayayin!!!!! Ahora el otro perro está chillando y trata de escapar, mientras trato de que Urón lo suelte, le grito varias veces hasta que finalmente me hace caso y lo suelta, el otro perro arranca de inmediato y el Urón lo quiere perseguir, le hablo fuerte y le pongo la cadena orta vez para que no lo haga.

Me lo llevo a la casa mientras él da vuelta la cabeza para ver por donde huyó el vencido. Yo voy pensando: "Y este de donde sabe pelear?....." Hasta que me acuerdo de su mamá, la Pepa.. el Urón tenía los genes de la Pepa, una Doberman tremenda. Ahí dije, bueno su nombre tiene que ver con esto, es un perro cariñoso pero belicoso... y quienes eran así? Los Hurones, una tribu indigena de norteamérica conocida por su capacidad guerrera. Y por alguna razón, el Urón fue Urón y no Hurón. En fin, cada vez que podía, de ahí en adelante, al Urón se salía la Pepa que llevaba dentro. Nunca me gustó que peleara, pero no había mucho que hacer, tal como le gustaba arrancarse, era tremendamente territorial, no sólo la casa era suya para cuidarla, también lo eran el pasaje, la casa de al lado, y la del frente, y la plaza también ;-)


Así es que ahora todos saben como llegó le Urón a la casa y por qué se llamó Urón.


Luego vendrían otras historias, como la construcción de su casa... Que no fue una sino TRES!!!
La primera que hicimos con Octavio y las herramientas que trajo de su casa. La casa pesaba una tonelada, pero era firme y el Urón cabía andentro perfectamente. Ahora, nuestro Urón tenía su propia casa, para que no pasara frío en invierno y pudiera dormir la siesta después de comer.
Luego, vino la segunda, que está en este mismo blog, y luego la útlima, con tecnología de punta!!! JAjajaja!!!


De todos los perros que he visto y conocido, el Urón fue el único que podía haber estado con nosotros y ganarse nuestro cariño y respeto. Inteligente como él solo. Sabía perfectamente como tratarnos a cada uno de forma diferente. Sabía dejarnos almorzar tranquilos y empezar a empujar la puerta cuando estabamos haciendo sobremesa para integrarse. Aprendió a abrir la reja entre los patios y era el Houdini de los perros, no hubo manera de tenerlo en un lugar cuando quería estar en otro, ni cadenas, ni arneses sirvieron para otra cosa que no fuera darle algo más entretenido que lo anterior.

Recuerdo cuando lo llevamos a la playa y se soltó del arnés la primera noche.... Unos días después lo lleve a comprar donde las turcas. Lo dejé amarrado con el arnés en la reja. No me iba a demorar nada, sólo sacar el pan, llevarlo a la caja y listo.... Entré al negocio, heché los panes en la bolsa, miro por la ventana para ver al Urón....y estaba el arnés sólo, colgando de la reja!!! Me preocupo de inmediato, voy a la ventana para ver por donde se fué pero no lo veo... dejo el pan, voy a salir y lo veo parado al lado mío como diciendo "A donde vamos ahora?".... JAjajajajaja!!!!!

No hay otro perro al que yo hubiera podido considerar mi amigo. Por eso lloré tanto, como todos en la casa. Mi amigo Urón no va a salir a recibirme más cuando llegue a la casa, y eso duele.
Ayer y hoy duante el día, he sentido su olor en mi nariz como si recién le hubiera hecho cariño.

Espero amigo mío que estés bien, que podamos jugar juntos otra vez, que podamos tirarnos a descansar y que mientras yo trato de dormir, pueda sentir tu nariz fría en mi cara como asegurandote de que estoy bien y no me ha pasado nada, como cuando había truenos en la noche y dormías en mi pieza, y hacías eso cada vez que me quedaba dormido...

Algún día vamos a juntarnos otra vez, vas a ir a recibirme, con mis abuelos y el Arturo, y vamos a pasarlo mejor que nunca. Yo voy a llevarte un pedazo de pan para que me reconozcas, y me dejes ver tus ojos alegres y encendidos y tus orejas paradas... Y voy a poder abrazarte y decirte otra vez "Urón!!!... como está él Urón!!!"


Pero por ahora Familia, seguimos acá, y nos toca hacer que valga la pena todo lo que nos cuidó y por supuesto, cuidarnos entre nosotros también.

"La vida es un banquete, y la mayoría de los tontos se muere de hambre", no lo dijo el Urón, pero aí vivió. Y creo que así debe ser para nosotros también. La vida es un banquete, sólo hay que abrir bien los ojos y estirar la mano. Todo está ahí, como nosotros, una familia que ha pasado por mucho más de lo que cabe en estas páginas.

Los quiero a todos, mi familia amada!!!