jueves, mayo 22, 2008
domingo, mayo 18, 2008
Audaz en el riesgo...
Hace muchos años leí una portada, uno de los libros escritos en torno al padre Kentenich, el título era ese, "Audaz en el riesgo". Me llamó la atención dos términos que habitualmente no van de la mano, esta vez casi juntos.
Con el tiempo entendí que ese es el llamado no sólo a los schoenstattianos, sino a los católicos en general. Esta vida es un riesgo, y no hay otra manera de vivirla que no sea arriesgandonos. Quemar las naves, no dejarse nada, darlo todo sin tener un seguro, y muchas veces, tampoco una promesa.
Hace un par de meses apareció una posibildad de trabajo, muy buen, que involucra mi participación, y la de otras personas en mi empresa. Pero también involucra una de las pocas relaciones de amistad duraderas que nacieron en el mundo laboral.
Con el tiempo, empecé a notar que las cosas no iban como debían. Tanto que llegué al punto de entender que si yo no estuviera involucrado directamente en el proceso, habría avisado a este amigo sin pensarlo dos veces. Fueron un par de días dándole vueltas al tema, era bastante lo que estaba en juego, un postencial mejor sueldo, una mejor posición. Finalmente, entendí lo que siempre ha estado claro. Las cosas son simples en esta vida, y así hay que mantenerlas. Limpiar lo que hay en el camino y dejar lo esencial. De ese modo, decidir es más fácil, y todo parece natural.
Así es que estaba claro, posiblemente iba a perder una excelente oportunidad laboral, pero no podía perder la única amistad de la que da cuenta mi vida en el mundo laboral.
Y como siempre, las cosas son más fáciles de lo que parecen. Conversé con este amigo, y no sólo me agradeció la honestidad, sino que me dijo que esa era una de las razones por las que existe esa confianza entre nosotros.
Esa noche, al dormir, tenía un peso menos sobre mis hombros, y pegada a mi espalda como una mochila, la mujer de mi vida diciendome que había hecho lo correcto, y que no olvidara que tenía su apoyo en lo que hiciera... ¿puede un hombre pedir algo más en esta vida?
Así es que así están las cosas en esta increíble vida que me tocó vivir.
PD: Obama sigue a la cabeza!!!!!
Con el tiempo entendí que ese es el llamado no sólo a los schoenstattianos, sino a los católicos en general. Esta vida es un riesgo, y no hay otra manera de vivirla que no sea arriesgandonos. Quemar las naves, no dejarse nada, darlo todo sin tener un seguro, y muchas veces, tampoco una promesa.
Hace un par de meses apareció una posibildad de trabajo, muy buen, que involucra mi participación, y la de otras personas en mi empresa. Pero también involucra una de las pocas relaciones de amistad duraderas que nacieron en el mundo laboral.
Con el tiempo, empecé a notar que las cosas no iban como debían. Tanto que llegué al punto de entender que si yo no estuviera involucrado directamente en el proceso, habría avisado a este amigo sin pensarlo dos veces. Fueron un par de días dándole vueltas al tema, era bastante lo que estaba en juego, un postencial mejor sueldo, una mejor posición. Finalmente, entendí lo que siempre ha estado claro. Las cosas son simples en esta vida, y así hay que mantenerlas. Limpiar lo que hay en el camino y dejar lo esencial. De ese modo, decidir es más fácil, y todo parece natural.
Así es que estaba claro, posiblemente iba a perder una excelente oportunidad laboral, pero no podía perder la única amistad de la que da cuenta mi vida en el mundo laboral.
Y como siempre, las cosas son más fáciles de lo que parecen. Conversé con este amigo, y no sólo me agradeció la honestidad, sino que me dijo que esa era una de las razones por las que existe esa confianza entre nosotros.
Esa noche, al dormir, tenía un peso menos sobre mis hombros, y pegada a mi espalda como una mochila, la mujer de mi vida diciendome que había hecho lo correcto, y que no olvidara que tenía su apoyo en lo que hiciera... ¿puede un hombre pedir algo más en esta vida?
Así es que así están las cosas en esta increíble vida que me tocó vivir.
PD: Obama sigue a la cabeza!!!!!
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